La burocratización, freno al Farm to Fork

El tiempo apremia, pero la Comisión Europea sigue sin agilizar los trámites de certificación de productos de biocontrol, fundamental para impulsar la vía ‘verde’.
IBMA con Clara Aguilera

La Estrategia ‘Del Campo a la Mesa’ (Farm to fork, F2F) de la Comisión Europea está en el punto de mira de muchos agentes del sector. Por un lado, las organizaciones agrarias y los productores del modelo convencional, que creen que los objetivos marcados por el Pacto Verde para aumentar el porcentaje de superficie ecológica no son realistas, y aseguran, además, que la supresión de fitosanitarios “nos lleva a un auténtico desastre”.

Del otro lado, productores y empresas especializadas en biotecnología y biocontrol, aseguran que hay que agilizar los procesos comunitarios de registro que se exigen actualmente. Y es que, por un lado, la CE dice querer una transición ‘verde’ pero, por otro, pone palos en las ruedas para ello, porque certificar un producto de agricultura ecológica lleva el mismo tiempo que un fitosanitario, entre 8 y 10 años. ¿Cómo se pretende entonces llegar a tiempo con la cuenta atrás en marcha?

Desde Koppert aseguran que hay “soluciones en la nevera”, pero la tramitación de registros de nuevas soluciones biológicas es demasiado lenta. Durante la charla ‘Los insumos UNE, una certificación para el sector ecológico’ en Infoagro Exhibition, Magda Galeano, responsable de Asuntos Regulatorios de Koppert, señaló que es necesario agilizar los procesos de registro y dedicar más presupuesto para favorecer el uso de este tipo de soluciones, manteniendo e incrementando las ayudas para soluciones como el uso de control biológico a través de programas operativos.

Estas mismas peticiones se trasladaron por parte de IBMA España (Asociación Internacional de Empresas de Biocontrol) en un debate organizado por la eurodiputada socialista Clara Aguilera en la oficina en España del Parlamento Europeo.

IBMA remarcó la necesidad urgente de reducir los trámites de registro para la comercialización de nuevas soluciones biológicas que permitan a los agricultores europeos disponer de herramientas alternativas a los productos convencionales de protección de cultivos que se retiran del mercado.

Innovación UE

Marisé Borja, en representación de IBMA, recordó que la innovación biotecnológica en Europa corre el serio el peligro de quedarse bloqueada a consecuencia de la excesiva burocracia, mientras en otros países no comunitarios como Brasil, el proceso de registro de una nueva solución biológica no dura más de dos años.

“La CE, a través de la estrategia F2F, propone una transición ecológica fundamentada en la reducción de químicos y el fomento del control biológico, pero si no se hace nada para facilitar la puesta en el mercado de las soluciones biológicas que ya tenemos en lista de espera será muy difícil garantizar los objetivos de sostenibilidad”, aseguró. “Si no se agilizan los procesos de registro, nos vamos a encontrar con muchas innovaciones biotecnológicas desarrolladas en Europa que no podrán utilizarse en beneficio de los productores UE”.

IBMA España también manifestó su interés por no demorar la aprobación del Reglamento Europeo de Uso Sostenible de Fitosanitarios, porque supondrá un respaldo legal al desarrollo del biocontrol en Europa.

Si no se aprueba antes de que finalice en 2024 la actual legislatura del Parlamento Europeo, habrá que comenzar de cero todo el proceso de debate político. “Si no tenemos pronto este reglamento tan importante para el futuro del biocontrol en Europa, perderemos una oportunidad histórica”.

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