Región de Murcia: el Silicon Valley europeo

No sólo por su poderosa producción, sino por el valor de sus potentes iniciativas agroambientales, pioneras y dotadas de una gran visión de futuro, la Región de Murcia es el paradigma de Silicon Valley europeo de la agricultura, donde tienen cabida desde los hortícolas a los leñosos, la producción al aire libre y los cultivos en invernadero
Loli Molina Proexport

Fruit Today magazine habló con María Dolores Molina, ingeniera agrónoma de PROEXPORT y experta en Sostenibilidad, quien nos comentó la hoja de ruta de las empresas asociadas.

En Proexport sorprende el número de iniciativas que se toman, ¿me puede comentar en líneas generales cuál es el cometido de ellas?

Todo partió cuando nuestros empresarios establecieron como principal prioridad de trabajo el fomento de prácticas agro-innovadoras que contribuyesen a obtener resultados tangibles en materia de sostenibilidad medioambiental y de competitividad empresarial.

Les dijimos: olvidad el marketing, contadnos todo lo que hacéis. Y así nació nuestra iniciativa I+S Pro” (Innovación y Sostenibilidad Proexport). Es algo así como un manual visual de tecnologías innovadoras y prácticas agrarias sostenibles, presentado por los profesionales de nuestras empresas en primera persona, con total transparencia.

El formato es de micro-reportajes en vídeo, frescos y amenos, que ya hemos emitido en televisión, en eventos y redes sociales con notable éxito. En nuestra web y canal de You Tube, proexporttv, encuentras desde agricultura de precisión o robótica a reducción de huella hídrica y de carbono. Todo es real, no hay actores.

A la sociedad sí le interesa cómo producimos nuestras hortalizas, ¡pero tenemos que contárselo desde dentro! Una gran foto bonita en el lineal del supermercado no resulta del todo creíble…

Estos dos ejes, innovación y sostenibilidad, tienen muchas vertientes, ¿me puede abundar un poco más en un tema crítico para los cultivos murcianos, como es la eficiencia hídrica?

Como todo el mundo sabe, la cuenca del Segura tiene un déficit hídrico estructural que requiere de aportaciones externas, durante décadas venimos haciendo un esfuerzo inversor en infraestructuras y en sistemas de riego avanzados. Hoy, la Región de Murcia presenta una tasa de regadío mediante riego localizado eficiente del 86,13%, muy superior a la media de España (53,7%), ahorrando millones y millones de litros de agua más que la media.

Las aguas del Trasvase Tajo-Segura, quizás la más eficiente y sostenible infraestructura hídrica del país, son la clave de bóveda de nuestro sistema de regadío. Bajo el Trasvase se articula un mix inteligente de aguas para regadío de distintas procedencias (cuenca, subterráneas, reutilizadas y desalinizadas), que dan vida y sostenibilidad a la Huerta de Europa. Agricultores y empresas gestionan aquí un agua escasa y muy cara, que devuelven a la sociedad en forma de alimentos saludables (a precios asequibles) y de miles y miles de empleos dignos. Muchos lo llaman “eficiencia hídrica”, yo prefiero hablar de “sostenibilidad hídrica”.

¿Con qué medidas contribuyen estas empresas a reducir el consumo de agua para el regadío?

Le cuento algunos ejemplos interesantes: hemos ampliado el uso de sondas y sensores de humedad para obtener datos con los que minimizar las dosis de riego y prevenir posibles pérdidas de nitratos por lixiviación a los acuíferos. También tenemos cubiertas flotantes en los embalses, que impiden la evaporación hasta de un 20% de agua, mejorando su conductividad y hemos implantado en cultivos hidropónicos de invernadero sistemas de recirculación de la solución nutritiva, esto es, agua de riego y fertilizantes. Además, se han incorporado sistemas de captación de agua de lluvia y de rocío en invernaderos y se ha adaptado el riego por nebulización en ciertos cultivos.

Todos tratamos de minimizar la huella hídrica de los cultivos que producimos. Cada gota cuenta.

El cambio climático es una realidad y será, según los científicos, bastante más pernicioso para el mundo mediterráneo. ¿Cómo está afectando en la agricultura de la Región?

Sus impactos pueden variar en intensidad de unas zonas a otras. Observamos el incremento de frecuencia de las sequías y mayores tasas de evapotranspiración en los ecosistemas junto a precipitaciones mayores y mucho más extremas: ¡el mes de marzo ha sido el más lluvioso de la serie histórica en el Sureste! Debemos reforzar la red de almacenamiento y distribución de agua para regadío en el Sureste y en toda España, interconectando cuencas, depurando mucho más en las ciudades y completando con soluciones verdes.

La subida de las temperaturas afectará al desarrollo y rendimiento de las producciones vegetales, una mayor incidencia de ciertas enfermedades y plagas, así como falta de horas de frío en cultivos leñosos. En general, la actual calidad y cantidad de producciones será más complicada de mantener. Nuestro reto, el de todos, es lograrlo con el mínimo impacto climático.

¿Qué prácticas se llevan a cabo en este sentido?

Trabajamos codo con codo junto a las casas de semillas y centros de investigación en genómica de plantas para desarrollar variedades hortícolas tolerantes a la sequía, a la vez que resistentes a plagas y enfermedades. Hemos extendido la aplicación del abonado en verde, que reduce entre un 20-25% los aportes de nitrógeno mineral en el siguiente cultivo y, por tanto, disminuye las emisiones a la atmósfera.

Hacemos una gran apuesta por la eficiencia energética de nuestros sistemas de producción. La energía que utilizamos es una energía verde, limpia, para contribuir a la disminución de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero de nuestra actividad.

Además, lideramos proyectos de innovación como NUVES (Nutrición Vegetal Sostenible), donde ensayamos un protocolo de fertilización baja en nitrógeno con mantenimiento de la fertilidad del suelo, que reduce la huella de carbono de los cultivos.

Conservación y biodiversidad son dos conceptos que van de la mano. ¿Existen iniciativas en este sentido?

Por supuesto. Encontrará que nuestras empresas han plantado setos en los taludes de los embalses y barreras vegetales en los márgenes de las fincas de cultivo, con el fin de evitar la erosión y servir de refugio de insectos polinizadores y beneficiosos.

En cultivos al aire libre, como sandía y melón, el agricultor utiliza plantas reservorio para atraer insectos beneficiosos que son enemigos naturales de los malos bichos, luchando de forma biológica. También se instalan para proteger la fauna autóctona, como aves u otras especies, mediante la creación de estanques y estructuras con piedras que dan cobijo a la biodiversidad de la zona.

Dejar una huella plástica menor para el planeta es clave hoy en día. ¿Qué se está haciendo desde Proexport?

Trabajamos con un grupo de empresas asociadas en dos proyectos de innovación. Uno es el proyecto ACBD (Acolchados Biodegradables) que busca acelerar en diferentes condiciones y zonas de producción de la Región de Murcia la degradación de los bioplásticos utilizados para el acolchado de los cultivos, mediante una combinación de técnicas culturales. Y ACBD+, segunda fase del proyecto anterior, que ensaya conseguirlo mediante el empleo de microorganismos autóctonos.

Con los acolchados biodegradables ahorramos agua y evitamos las malas hierbas de los cultivos sin utilizar químicos.

Con tanta ‘revolución’, la sostenibilidad para los agricultores debe ser también económica. ¿Se puede lograr esto en un contexto inflacionista y de subida de insumos tan preocupante donde parece que sólo la producción asume estos costes?

Es muy complicado, pero la sostenibilidad no atiende a coyunturas. Mejor abrazarla y avanzar sin locuras, poco a poco. El futuro del sector agrario, al menos en el mundo occidental, está vinculado a una agricultura innovadora y sostenible, sin renunciar a la calidad. Las empresas que asuman un papel de liderazgo en ambas cuestiones triunfarán en el futuro y por eso nos lo tomamos tan en serio.

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