Recolección robotizada: el futuro de la manzana ya está aquí

En su XII edición, Interpoma ha reiterado su papel de altavoz en el mundo de la manzana en la primera feria presencial tras la Covid-19. Y lo ha hecho con un Congreso de gran interés que pone el foco en uno de los principales retos del sector, la robotización de la recolección.
INTERPOMA MESA REDONDA ROBOTIZACION

Un auditorio lleno esperaba con expectación las buenas nuevas sobre los avances en maquinaria para recolección de manzana. Faltaban minutos para las 9:00h de la mañana y no quedaban asientos libres en la segunda jornada del Congreso Interpoma 2022.

Uno a uno, los principales fabricantes mundiales de robots de recolección, fueron presentando sus prototipos, la mayoría de los cuales estarán en el mercado entre 2023 y 2024. Participaron Peter Ferguson de Advanced.farm (Estados Unidos), Elia Bruni de Aigritec (Italia), Avi Kahani de FFRobotics (Israel), Chao Chen de la Monash University (Australia), Han Smits de Munckhof (Países Bajos), Hunter Jay de Ripe Robotics (Australia) y Yaniv Maor de Tevel Aerobotics Technologies (Israel).

Luigi Manfrini, presidente de la jornada y profesor de la Universidad de Bolonia, presentó la jornada e hizo un repaso de la historia de la recolección agrícola y la reducción de la morfología del árbol para facilitar las labores. “En 1987 se hizo el primer prototipo de robot recolector y a partir de 2016 Abundant Robotics desarrolló un robot más funcional”. A partir de ahí, las empresas se han lanzado a la carrera por idear el robot ideal y las mejoras han ido en aumento de forma vertiginosa.

Carrera por la robotización: principales avances

Algunas de las propuestas están más avanzadas que otras, pero todas ellas persiguen objetivos comunes: la máxima eficiencia en recolección (pueden trabajar 24 horas al día), con el mínimo impacto en el fruto y un importante ahorro en costes de mano de obra. Y es que encontrar operarios se está convirtiendo en una pesadilla para los productores, que además se ven obligados a incrementar el salario (en EE.UU. ya sobrepasa los 15$/hora) lo que, unido a los sobrecostes de los insumos, está poniendo en entredicho la rentabilidad de las producciones.

Uno de los modelos más avanzados hasta la fecha es el de Yaniv Maor, de Tevel Aerobotics Technologies (Israel), que trabaja con pequeños robots-dron de forma aérea. “Hace 10 años vi un documental en la tv israelí sobre la falta de mano de obra. Hice una prueba con 16 jóvenes que abandonaron el trabajo en campo antes de terminar la jornada y vi la necesidad desarrollar soluciones”.

Para desarrollar su modelo, el robot FAR (Flying Autonomous Robot), han trabajado con Darwing Harvesting Group, que además se encargará de distribuirlo en todo el mundo, y con la empresa italiana Rivoira. El objetivo de Tevel es llegar a trabajar con 100 robot a la vez. “Cada uno sabe en qué punto se encuentra el resto y recogen datos durante el proceso de recolección”. Otra de sus ventajas es la adaptación a distintos cultivos como nectarinas, ciruelas, peras… y la aplicación para tareas de poda autónoma.

Por otro lado, para aguacate, Tevel ha desarrollado una aplicación de su robot con la empresa Bumblebee ai que toma datos de polinización y optimiza en un 30% el rendimiento.

Peter Ferguson de Advanced.farm, habló de los desarrollos de su empresa, que ha creado una máquina que recoge productos tan delicados como los frutos rojos con robot de brazos mecánicos. De ahí han adaptado el desarrollo a maquinaria para manzana que consigue recolectar 1 pieza cada 2 segundos. “Sustituye gran parte de la mano de obra”, dijo, pero no consigue recoger el 100% de la cosecha.

Elia Bruni explicó la misión de Aigritec, que busca con sus soluciones de recolección aumentar la precisión, mejorar el trabajo de los productores, aumentar la sostenibilidad a través de la reducción del 70% del agua y 90% de emisiones de CO2, así como un aumento de rendimientos en campo del 40%. “La recolección manual deja paso a la agricultura de precisión con robotización e inteligencia artificial. Entre sus ventajas está la aplicación de fitosanitarios de forma precisa y focalizada”. Y es que la primera versión de robot que propone Aigritec no solo sirve para recolectar, sino también para otras tareas como el conteo de frutos, etc.

Según los cálculos de Bruni, su maquinaria es idónea para productores con extensiones de entre 5 y 30 hectáreas.

Avi Kahani de FFRobotics (Israel) mostró los avances que han hecho en robots recolectores de 12 brazos que recogen simultáneamente a izquierda y derecha de cada línea de cultivo, con una tasa inferior al 5 % en daños en fruto. Actualmente trabajan para adaptar la máquina a distintas variedades y minimizar daños mecánicos, y entre sus próximos objetivos está la recogida automatizada de contenedores en el campo.

La empresa colabora con Automated Ag y Maf Roda. “Para llegar al mercado tenemos que trabajar en el aspecto cuantitativo (horas por caja”.

Chao Chen de MonashUni (Australia) explicó los detalles de su robot MARS, uno de los más eficientes, ya que es capaz de recolectar 9,5 manzanas por segundo con menos del 1% de daños en la piel. Pese a estas cifras, Chen aseguró que “la complejidad del ambiente natural dificulta la eficiencia de los robots frente al trabajo humano. Tenemos que mejorar la eficiencia de los robots y reducir los costes”, comentó. Por otro lado, señaló la importancia de los robots trabajen 24 horas, una labor en la que MARS se desenvuelve perfectamente. “Nuestro robot funciona mejor en condiciones de oscuridad. Detecta y analizas los frutos con IA”. Para 2024 empezarán a comercializarlo.

Han Smits destacó la larga trayectoria de Munckhof (Países Bajos), con una historia de 136 años y ventas en más de 30 países. Uno de sus casos de éxito es su nebulizador autónomo que trabaja a distintas velocidades, del que cada año Muckhof vende unas 70 unidades.

La empresa trabaja con partners para optimizar el desarrollo y ahorrar costes. Un ejemplo de ello es la adaptación del brazo mecánico de Kuka para su robot.

Hunter Jay, de Ripe Robotics (Australia) recordó los importantes avances que se están logrando gracias a la inteligencia artificial, capaz de realizar tareas dispares, hasta hace poco impensables, como crear obras de arte de forma autónoma. “En agricultura, en 10 años, habrá máquinas que sabrán por dónde moverse, qué recoger…”.

Su prototipo de robot ha costado menos de un millón de euros entre las distintas versiones que han desarrollado. Para esta campaña esperan recolectar 20.000 piezas de fruta y en 2023 tendrán varios robot en campo. “Un solo operador podrá manejar entre una decena y un centenar de robots en los próximos años”.

Principales barreras

En la mesa redonda los ponentes debatieron sobre las principales barreras de los robot vs operarios:

Maximizar la eficiencia

Retos como que el robot consiga detectar las manzanas escondidas detrás de hojas o pasar del 70% al 90% de recolección están en el punto de mira de las empresas desarrolladoras. Para ello aplican visión artificial y tratan de afinar los movimientos, por ejemplo, de los brazos robotizados. Entre las cuestiones que plantearon está calcular si es más rentable dejar lo que no consigue alcanzar la máquina en el árbol o recogerlo con mano de obra.

Punto de madurez

Una de ellas es su menor capacidad al distinguir qué frutos están maduros y son recolectables de los que no. Para solventarlo, la ‘formación’ o ‘educación’ de las máquinas, dotadas con visión artificial y big data, permitirán superar estas trabas de forma paulatina, explicaron. A su vez, es necesario adaptar la maquinaria a las especificidades de las variedades.

Retorno de Inversión

El coste de robots para recolección es otra de las barreras para las empresas. La inversión inicial es alta. Las empresas de maquinaria son conscientes de ello, y por este motivo algunas se plantean un modelo de alquiler en el que se equipare el precio con el coste que supondría tener operarios. En este sentido, se plantean aplicar coste por cajas recogidas.

¿Capitalismo vs unión?

En la mesa redonda con todos los ponentes, se plantearon cuestiones de todo tipo, pero una de ellas, llegada desde el público, suscitó un encendido debate. ¿No sería más productivo aunar esfuerzos para encontrar soluciones conjuntas de forma más rápida? La respuesta del estadounidense Peter Ferguson de Advanced.farm fue rotunda. La cultura capitalista de su país no va en sintonía con esa premisa. Una opinión que compartieron la mayoría. Solo Chao Chen, de la Monash University, reflexionó en clave positiva sobre las ventajas de esa improbable unión. Pese a las diferencias de opiniones, todos fueron unánimes a la hora de compartir que determinadas asociaciones estratégicas son necesarias para avanzar en desarrollos puntuales, y que la competencia sana entre empresas favorecerá, sin duda, la llegada de mejores soluciones para el sector.

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