El valor de los costes vía terrestre está entre un 30-40% más caros, y el de los fletes marítimos un +50%. “El impacto es directo y demoledor para los resultados de este ejercicio”, explica Miguel Ángel Loayza del Castillo.
“La guerra y la situación de inflación desorbitada perjudica al consumo de frutas tropicales”, con unas familias que ven mermada su capacidad adquisitiva y lo trasladan a la cesta de la compra. Según las estadísticas oficiales en junio el descenso en la compra y consumo familiar de frutas y verduras cayó un 14%. Un contexto complicado, como explica Miguel Ángel Loayza del Castillo: “La bajada de precios y de demanda de este año son un hándicap para la competitividad de las empresas”.
El país andino es uno de los principales orígenes de la compañía, y va al alza en producción de aguacate. “En la sierra ya hay 10.000 hectáreas nuevas que en los próximos años comenzarán a introducir fruta en febrero. Los volúmenes provenientes de las nuevas plantaciones de Perú afectarán al mercado a corto plazo”, pronostica Loayza del Castillo.